Edad Avanzada
La capacidad reproductiva tanto de hombres como mujeres va cambiando a lo largo de la vida. La sociedad occidental actual, por diversos motivos, ha incrementado considerablemente la edad a la que se inicia el deseo genésico, siendo uno de los principales motivos de infertilidad en nuestro medio. España es uno de los países cuya edad media de la mujer para tener el primer hijo es más avanzada, sobrepasando los 32 años.
Es importante conocer cómo disminuye la fertilidad de la mujer a partir de los 30 años, y sobre todo a partir de los 35 años; una mujer con 30 años que busca gestación tiene una probabilidad mensual de embarazo del 20%, mientras que a los 40 años esta probabilidad cae por debajo del 5%.
Este compromiso de la fertilidad se explica porque a medida que avanza la edad, se produce una disminución en la cantidad y calidad de los ovocitos y, como si de un frutero se tratara, a lo largo de los años, las frutas (ovocitos) van siendo menos (reserva ovárica) y van estropeándose (calidad ovocitaria). Esta situación, propia solo de las mujeres, explica la dificultad para conseguir un embarazo a partir de los 38 años, un incremento de los abortos tempranos y un mayor riesgo de embarazos de fetos con alteraciones cromosómicos (síndrome de Down, es el mejor ejemplo).
Existen otros factores que pueden afectar a la calidad y cantidad ovocitaria, pero la edad materna es el principal, y transmitir esta información a las mujeres en edad fértil es fundamental para su planificación familiar, para que, en el caso de querer retrasar su/s gestación/es, puedan optar por técnicas de preservación de su fertilidad que contrarresten el paso del tiempo.
Es importante en la transmisión de la información a las mujeres, que comprendan que la menopausia (cese completo de la función ovárica (tanto de las menstruaciones como de la fertilidad) y el fin de la fertilidad son conceptos complementarios, pero distintos. La fertilidad se ve comprometida unos 10 años antes de la aparición de la menopausia, por lo que explicar a las mujeres que tener la regla no significa ser fértil, es imprescindible para que la transmisión de información sea correcta.
Sin embargo, cuando hablamos de fertilidad y edad en varones, las cosas son diferentes, puesto que los hombres pueden producir espermatozoides útiles a lo largo de toda su vida. Su capacidad fecundante se deteriora discretamente a edades más avanzadas (55-60 años), y esto es fundamentalmente por oxidación espermática. Aun así, hoy en día todavía existe controversia sobre si los varones más añosos pueden transmitir más cromosomopatías a su descendencia. Tóxicos, enfermedades o situaciones concomitantes también pueden generar una disminución de la capacidad reproductiva del varón a edades más precoces.
En términos reproductivos se considera una edad reproductiva avanzada superior a 35 años para la mujer y mayor de 55 años para el varón, sabiendo que a partir de estas edades las probabilidades de conseguir un embarazo saludable e hijo sano, disminuyen.
Por otro lado, no podemos olvidar que las gestaciones en edades avanzadas están asociadas a la aparición de determinadas complicaciones obstétricas (diabetes gestacional o hipertensión inducida por el embarazo…) que pueden llegar convertirse en situaciones graves o muy graves, aumentando el riesgo de prematuridad, incrementando la tasa de cesáreas o partos instrumentales y otras complicaciones. Por ello, es imprescindible que en mujeres mayores de 40 años, las gestaciones conseguidas con tratamientos de reproducción asistida, minimicen e incluso eviten la gemelaridad, situación que complica todavía más el desarrollo saludable de un embarazo.
Hoy en día, en España no existe un límite legal en España para realizar un tratamiento de reproducción asistida, siempre y cuando no exista una situación médica que interfiera de forma grave sobre la gestante o sobre el desarrollo de la descendencia. Sin embargo, hace años que se estableció un consenso estable y riguroso entre los especialistas de reproducción asistida que limitan la edad recomendable a mujeres menores de 50 años, siempre y cuando cuenten con un buen estado de salud física y mental. No hay un consenso alcanzado en la edad límite del varón para ofrecer un tratamiento de reproducción asistida.
Es importante conocer cómo disminuye la fertilidad de la mujer a partir de los 30 años, y sobre todo a partir de los 35 años; una mujer con 30 años que busca gestación tiene una probabilidad mensual de embarazo del 20%, mientras que a los 40 años esta probabilidad cae por debajo del 5%.
Este compromiso de la fertilidad se explica porque a medida que avanza la edad, se produce una disminución en la cantidad y calidad de los ovocitos y, como si de un frutero se tratara, a lo largo de los años, las frutas (ovocitos) van siendo menos (reserva ovárica) y van estropeándose (calidad ovocitaria). Esta situación, propia solo de las mujeres, explica la dificultad para conseguir un embarazo a partir de los 38 años, un incremento de los abortos tempranos y un mayor riesgo de embarazos de fetos con alteraciones cromosómicos (síndrome de Down, es el mejor ejemplo).
Existen otros factores que pueden afectar a la calidad y cantidad ovocitaria, pero la edad materna es el principal, y transmitir esta información a las mujeres en edad fértil es fundamental para su planificación familiar, para que, en el caso de querer retrasar su/s gestación/es, puedan optar por técnicas de preservación de su fertilidad que contrarresten el paso del tiempo.
Es importante en la transmisión de la información a las mujeres, que comprendan que la menopausia (cese completo de la función ovárica (tanto de las menstruaciones como de la fertilidad) y el fin de la fertilidad son conceptos complementarios, pero distintos. La fertilidad se ve comprometida unos 10 años antes de la aparición de la menopausia, por lo que explicar a las mujeres que tener la regla no significa ser fértil, es imprescindible para que la transmisión de información sea correcta.
Sin embargo, cuando hablamos de fertilidad y edad en varones, las cosas son diferentes, puesto que los hombres pueden producir espermatozoides útiles a lo largo de toda su vida. Su capacidad fecundante se deteriora discretamente a edades más avanzadas (55-60 años), y esto es fundamentalmente por oxidación espermática. Aun así, hoy en día todavía existe controversia sobre si los varones más añosos pueden transmitir más cromosomopatías a su descendencia. Tóxicos, enfermedades o situaciones concomitantes también pueden generar una disminución de la capacidad reproductiva del varón a edades más precoces.
En términos reproductivos se considera una edad reproductiva avanzada superior a 35 años para la mujer y mayor de 55 años para el varón, sabiendo que a partir de estas edades las probabilidades de conseguir un embarazo saludable e hijo sano, disminuyen.
Por otro lado, no podemos olvidar que las gestaciones en edades avanzadas están asociadas a la aparición de determinadas complicaciones obstétricas (diabetes gestacional o hipertensión inducida por el embarazo…) que pueden llegar convertirse en situaciones graves o muy graves, aumentando el riesgo de prematuridad, incrementando la tasa de cesáreas o partos instrumentales y otras complicaciones. Por ello, es imprescindible que en mujeres mayores de 40 años, las gestaciones conseguidas con tratamientos de reproducción asistida, minimicen e incluso eviten la gemelaridad, situación que complica todavía más el desarrollo saludable de un embarazo.
Hoy en día, en España no existe un límite legal en España para realizar un tratamiento de reproducción asistida, siempre y cuando no exista una situación médica que interfiera de forma grave sobre la gestante o sobre el desarrollo de la descendencia. Sin embargo, hace años que se estableció un consenso estable y riguroso entre los especialistas de reproducción asistida que limitan la edad recomendable a mujeres menores de 50 años, siempre y cuando cuenten con un buen estado de salud física y mental. No hay un consenso alcanzado en la edad límite del varón para ofrecer un tratamiento de reproducción asistida.